viernes, 18 de mayo de 2007

Soliloquiando



Hablar con uno mismo no es imposible.

En primer lugar, buscás dentro tuyo aquello que creés necesitar. Recorrés tu interior, preguntás a tu alma y de a poco, vas descubriendo, vas notando tus requerimientos más íntimos.

Este es un proceso pensante, reflexivo. Vos y tu alma, nadie más. En silencio. Sin testigos.

Muchas veces tu alma te devuelve interrogantes y tratas de responderle. Responder a la nada misma, porque no hay persona que escuche, no hay persona que ponga la presencia. Solo vos y tu interior....

Para no sentirte sola, sigues pensando, hablándole a la ausencia. Algunas veces te miras al espejo, le hablas a tu imagen y la tratas de convencer de tus teorías más locas, le tratas de dar aviso de que tu alma cuestiona.

Soliloquiar, ayuda a sentirse cómodo con uno mismo, a conocerse más íntimamente, a sentirnos en nuestra compañía y a descubrir que las personas tenemos un rico mundo interior, que cuando deseemos podemos compartirlo con los demás.

Soliloquiar es la forma de conocer realmente lo que somos, lo que podemos dar y los tesoros escondidos que tenemos dentro nuestro.

Soliloquiar es una forma de comunicación, pero no de dos... de a uno, dentro de uno y con uno mismo.

Suelo soliloquiar con mucha frecuencia. Reflexionar sobre la vida, sobre las relaciones, sobre el amor, sobre la muerte. Puedo reconocer de esta forma que tengo muchas ideas sobre los temas importantes, sobre temas vitales y muchas respuestas para darle a la vida sobre si misma.

En situaciones de soledad, de tristeza, de búsqueda interior, se soliloquia. Es una forma de entretenernos y de mantener la mente ocupada reflexionando sobre la vida.



Powered by ScribeFire.


No hay comentarios.: