sábado, 12 de mayo de 2007

Las estaciones de la vida


Desde que naces hasta tu muerte, los hechos se suceden en tu vida. Diferentes emociones, diferentes sensaciones transcurren a través de los años y van marcando tu existencia. Cada hecho ocurrido, es una marca en tu vida. Cada hecho es el puntapié inicial de una sucesión de acontecimientos que adornan tu vida. Hay momentos en tu vida, en que las relaciones se enfrían. Comienzan tus momentos de soledad. Unas veces obligados, otras veces intencionalmente buscados. No quieres relacionarte con otros, no deseas intercambiar sensaciones. Solo deseas descansar de la vida y te llevas a reposo. Soledad, aridez de relaciones, frío en el sentimiento, en tu vida es pleno INVIERNO. Hay momentos en tu vida, en que tu corazón estalla. Renacen las amistades, encuentras nuevas personas con quien hablar. Te sientes con ganas de cultivar el afecto en aquellos que siempre te acompañan. Y los cuidas, los proteges. Y haces que sonrían efusivos y que descubran en ti una persona amorosa, maravillosa, que florece y embellece la vida de los demás. En tu vida hay PRIMAVERA. Hay momentos en la vida, en que tus relaciones se vuelven agobiantes, tormentosas, escandalosas. Te encuentras con ellos y revolucionas todo. Te agotan, te cansan. Necesitas estar constantemente recuperando energías porque todo es tan fuerte que continuamente estás descargándote. Las relaciones son ardientes, intensas. En tu vida hay VERANO. Hay momentos en tu vida, en los que buscas la paz. La tranquilidad del ambiente, te hace reflexionar sobre tu vida y sobre tus amistades. Y comienzas a tomar decisiones. Muchas de ellas hacen que vayas deshaciéndote de las cosas que te hacen mal, de personas que te lastiman, de sueños que no se cumplen, de vida innecesaria. Vas desprendiéndote de tu vida, cual hojas de un árbol. Aquello que quieres desaparecer es porque quieres que vuelvan a renacer con más fuerzas. Tu vida está llena de colores, pero es necesaria una depuración. En tu vida hay OTOÑO. Siempre que analizamos nuestras vidas, nos damos cuenta de que transcurrimos en ciclos, que se van repitiendo años tras año. No dejamos de tener INVIERNOS, por más que hagamos lo posible por mejorar. Nuestros VERANOS, seguirán estando porque las relaciones amistosas siempre se tornan muy fuertes. Nuestros OTOÑOS están siempre porque en cualquier momento de nuestras vidas se hace necesario reflexionar para depurarnos y sacar lo que no nos hace falta. Y siempre que podemos nuestra vida es PRIMAVERA, porque constantemente deseamos comunicarnos con otros, somos seres sociales y nuestra vida está en otros y por ellos existimos, por más que deseemos intensamente ser independientes. Nuestra vida transcurre, sucede ante los ojos de los demás... con sus cuatro estaciones, con todos sus sentimientos y con todas sus variedades.


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