domingo, 15 de abril de 2007

Magos


Sobre su vida solía existir ese actuar para no involucrarse. Pero no involucrarse no significaba no incluir a los demás en sus actos. Era actuar para mostrar al mundo una cara que realmente no existía. Era esconder al mundo la realidad del truco que se estaba llevando a cabo. Demostraba cosas extraordinarias, que cualquier mortal no podría realizar. Era encantador, pero era solo magia…. Solo estaba haciendo sus trucos de magia. Mañas, ardides, trampas, artificios o habilidades, como quieran llamarlo. Todo artificial, nada natural.

Te disfraza la mirada, te disfraza el sentimiento y caes rendido ante un truco que mejor te muestra la realidad. Pero como todo truco, no es verdad.

Como niños entusiasmados ante un acto de magia, muchas veces creemos en ciertas personas que como magos sublimes nos esconden la verdad, nos hacen “ver” situaciones que realmente no pasan, nos distorsionan la visión, nos hacen creer que vimos lo que realmente no vimos o viceversa. Muchas veces, la magia del asombro es más fuerte que la magia de la verdad y quedas ensimismado creyendo haber visto un espectáculo maravilloso. Te muestran algo que añoraste con tu alma… y te envuelves en su “verdad”

Hay personas que tienen esa característica, te encantan con la mirada, con sus palabras, con sus actos… luchan por mantener tu atención, pero no todo lo que se ve es cierto, no todo “lo que brilla es oro”. Te ocultan parte de su existencia y te muestran lo que ellos quieren… o realmente será lo que necesitas ver?... todavía no lo se. Pero como magos sus hechos suelen ser extraordinarios a nuestros ojos y simplemente nos conquistan.

El problema de la magia y de los magos, es que viven realizando cosas ocultas para lograr el efecto que persiguen. No muestran su transparencia, no son naturales, no son sinceros. Tienen encanto, son atractivos… pero peligrosamente ocultos.

El problema de los magos es que alguna vez alguien descubre su “secreto” y terminan siendo simples mortales para esos que saben su verdad.

El tema con un mago es que no deja de hacer su magia, ensimismado en su arrogando, cree que puede hacerlo otra vez y siempre cae algún desprevenido que nuevamente cae en su trampa, en su verdad “disfrazada”, y vuelve nuevamente y su espíritu vuelve a crecer. Los magos siguen existiendo, pero viven en su “realidad” que no es para nada verdad, viven de la confianza de los demás y de ellos se alimentan para seguir existiendo.

Quisiera no comportarme nunca como un mago, que con trucos disfraza la verdad. Quisiera ser siempre transparente, tan simple y tan mortal que nadie pueda decir que debe descubrir cuáles son mis trucos para engañar a los demás. No quiero tener trucos, no son buenos... no quiero ser mago, no quiero ilusiones, solo quiero la verdad.


3 comentarios:

* Mejor Sola * dijo...

que buena comparacion... que cierto!!... seran magos? seran actores?... lo que se es que tienen la capacidad de crearnos fantasias... y opr ahi s olvidan de sus "habilidades" y se muestran como realmente son... simples mortales... y eso los hace perder el encanto, no por dejar de ser algo distinto,sino, por esconder no ser tan distintos, y tratar de ser relevantes, a costa de lo que sea... que problema.............


asociaria a los magos a una "raza", pero no quiero sonar tan feminista :P



besitossss
sabri

pd: el mail no fue respondido... el que calla otorga... definitivamente, cada dia se refuerza mas mi teoria... QUE GENTE DIOSSSSSSS!!

Anónimo dijo...

el mago ilucionista se dedica a eso y vive de eso,la meta del mago es sorprender al espectador,solo es un entretenedor.

sabri,perdona,pero no logro entender lo de "raza" ya que ser mago es un oficio artistico,y tampoco logro asociarlo con el feminismo.

pero tu teoria es algo golpista.

murdoc dijo...

soi el del cometario de arriba XD

no me di cuenta de que estaba conectado,perdonen.