Talón de Aquiles

Todos en cierta medida nos perseguimos por nuestra propia debilidad. Hay una frase que dice que "Todos llevamos nuestra posible perdición pegada a los talones". Cuenta una leyenda griega: "que Aquiles, era invencible... pero que Paris, descubrió su punto debil y de un golpe de lanza en su talón, lo mató"

Tan conocida es la frase de que todos tenemos nuestro "Talón de Aquiles" y tan conocida es la leyenda, que muy pocas veces esta parte del cuerpo tan oculta y tan poco tomada en cuenta, cobra importancia en la vida humana.

Nuestras debilidades, por pequeñas que sean, sino las sabemos manejar, nos pueden llevar a la "muerte", a caer... Nuestras debilidades, pueden ser las que caven nuestra tumba, por más que nos hayamos pertrechado de cuanta armadura tengamos cerca. Si no las reconocemos, si no las maniobramos, pueden ser como un gigante que se abalanza sobre David o una carga de polvora que puede explotar delante nuestro.

Esas pequeñas debilidades que no son tomadas en cuenta, pero que muchas personas con el solo efecto de dañarnos busca hasta encontrar, busca para aprovecharse de ellas, busca para tocarnos en lo más profundo de nuestra intimidad y que nos duela. Prudencia, esa es la palabra exacta, para que nuestra alma marche sana, con destino a su destino. Prudencia ante las personas, prudencia cuando necesitamos conversar y nuestra lengua se nos escapa y por necesidad no miramos a quien contamos nuestra verdad. Prudencia, cuidado, un toque de misterio en nuestra vida, para no dar razones a quién no nos quiere hacer bien.

No es vivir escondiéndonos, ni vivir escapándonos, es simplemente vivir, caminar, recorrerla y llevarla por caminos nunca antes imaginados.... simple.

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