Lo cubre, lo protege, no lo abandona...
No deja que se lastime.
Su mano es suave, es contenedora, lo acaricia, lo protege.
Toma su mano, no lo deja, sostiene su vida, cuando niño guia sus pasos. Cuando sea grande, solo lo acompañará y pedirá simplemente: "Ahora sosténme a mi"
Es el futuro en esas manos, es aprendiz de las suyas.
Pide tiernamente que lo sostenga. Sus manos pequeñas, un poco torpes, pero sencillas, son manos de niño que buscan la contención cuando más temor tiene, cuando más perplejidad hay.
Son manos que aprenden de sus padres, manos que aprenden a acariciar, a tocar, a acompañar, a detener, a amar, inclusive y lamentablemente hasta golpear.
Que importante que es ser padre, que maravillosa es la vida... pero cuánta responsabilidad!
Agradecer-me.
-
Con los sueños cumplidos es fácil quedarse con el corazón lleno de
"gracias" para compartir con los que fueron cobijando el deseo, acompañando
los pasos...
Hace 5 años.
1 comentario:
Hola Clau!!!como siempre es un placer leerte...¡qué dulces son tus palabras y cuánta verdad hay en ellas!!Ser pader es maravilloso, no es una tarea sencilla,pero es muy gratificante...hay mucho por enseñarle a un niño, pero a la vez hay mucho por aprender de él:por ejemplo, la sencillez con q se toman la vida, su manera de divertirse y el amor y el asombro q ponen en todas las cosas...Un beso grande clau!!geniaaaa...lau, alma***
Publicar un comentario