Edna, originally uploaded by Memo Vasquez.
Dicen que es señal de sinceridad mirar a los ojos y no bajar la vista, hablarte mirándote y no agachando la cabeza. Verdad o no verdad, el hecho de mirar a los ojos suele incomodar.
Hoy quise hacer un experimento, caminar desde la escuela hasta cierto punto del centro, mirando a todo el que se me cruzara a los ojos. Todo un desafío para mi, que suelo ser demasiado tímida y esconderme en la mirada al piso, que camina a velocidad considerable, para que no la atrapen, para que no la vean.
Primero lo hice con temor, como dudando acerca de lo que hacía, casi sin animarme a mantener la vista firme cuando la situación lo requería.
Cómo nos cuesta mantener la mirada firme, de frente, sin esquivarnos.
Mire a todos a los ojos. Algunos ni cuenta se dieron, metidos en su mundo de walkman o mp3 o lo que sea... caminaban casi sin mirar y claro, mi mirada desde mi 1.56 mts apenas si se notaba, y a veces directamente se ignoraba.
Las mujeres solemos bajar la mirada inmediatamente cuando es una mujer la que te mira sin sacarte la vista de encima, los más jóvenes no miran a los ojos, te esquivan, no los puedes ver, no puedes ver a través de sus miradas. Los que maravillosamente si te quedan mirando y hasta tratando de descubrir que encuentra en tu mirada, son los más ancianos. Con toda una vida vivida y pocos años por delante, pueden mirarte a los ojos y hasta sonreír mientras lo hacen, como dándote la bienvenida a su mundo, sonriendo y no sufriendo este experimento. Además, la vista fija en ellos, implica que alguien más se preocupa o al menos lo tiene en cuenta.
De las personas que observé, el 50 % estaba ocupado hablando por celular, de esos... mucho usaban mp3 y claro, los más puros, aquellos a los que la tecnología no los ha tocado, los ancianos, si tienen tiempo para tomar contacto con su realidad.
Las sensaciones que logra la tecnología, sensación de soledad, de individualidad, de sentirse capaz de disfrutar de muchas cosas sin tomar contacto con la gente que lo rodea, esa sensación de etéreo y no de realidad, invade a la mayoría de los habitantes modernos de esta tierra.
Deberíamos volver a algunos años atrás, donde la tecnología no era gravitante en la vida de las personas, o si lo era, permitía mantener las relaciones personales en contacto siempre.
A muchos que miré, le incomodan las miradas, le incomodan los ojos inquisidores o dudosos, les molesta que sea persistente en la mirada. Otros, que mal interpretan siempre... pensarían que me estaba ofreciendo o no se qué... pero bueno, fueron los menos y a media cuadra ya me daba cuenta del tipo de persona que intentaba mostrarme.
Es duro, con la modernidad vamos perdiendo muchos hábitos sanos de la vida, muchos valores con los que nos manejábamos cada día de nuestra vida y que hasta hoy siguen rigiéndome.
Mirar a los ojos, algo tan simple... pero a la vez tan incómodo y tan avasallante.
¿No has visto mirar una madre a sus hijos, con ojos de embelezada, sin sacarle la vista de encima, cuidando cada detalle?
¿No has visto como mira un enamorado a su amada, a los ojos como queriendo transmitirse el amor que tanto desea entregar?
¿No has visto como mira un amigo leal a otro amigo, sin sacarme la mirada, cuidándolo, escrutándolo cuando es necesario, pero no abandonando jamás esos ojos puestos sobre los tuyos?
Mirar a los ojos, una costumbre que tendríamos que recuperar....
Los ojos dicen tanto.... si fuéramos transparentes, no nos preocuparía que miren a través nuestro.... porque no ocultaríamos nada....
Mirame a los ojos y trataré de no sacar mi mirada....no te olvides, soy tímida y el temor al daño, sigue existiendo.