El pianista

Música Ligera, première mise en ligne par Angel_SinClaudicar.

Alguien sentado al piano soñó con tocar la melodía eterna, que une dos almas en el infinito mundo del amor. Puso todo su interior a disposición, su energía, su calor. Elevó una plegaria al cielo e inspirado se dispuso a la creación. En su mente navegaban todas las notas confusas de una futura canción. Puso mucha voluntad e intentó emitir una primera melodía que indicara que la creación había iniciado. El misterioso proceso que ordena ideas y combina notas para ser música.

Las musas vuelan a su alrededor ayudando en semejante labor. Musas que juegan, que saltan, que ríen, que lloran provocando, ayudando a la inspiración.


Pero ni una nota salió, como revelándose por la participación de musas tan metidas en la inspiración.


Su mente bullaba de tanto sonido encarcelado, de tanta música no nata, de tanto sonido ensordecido.


Locura total, impotencia gradual. Desesperado siguió intentando, enclaustrado en su mente, intentado hacer salir aquello que tanto ansiaba. Solo y triste se quedó. Y sin un alma alrededor, solo él y su piano, solo él y su sentimiento, pudieron lograr la misión. El milagro esperado de componer tan hermosa canción.


Necesitó estar solo para lograr la combinación perfecta, necesitó encontrarse a si mismo para lograr lo que tanto anhelaba. Pero no creó para la soledad, no creó para el sufrimiento, no creó para las tristezas. Una melodía nacida del alma hecha para compartir sentimientos, cariños, corazón con corazón, alma con alma.


La melodía invadía el lugar, abrazaba, sostenía, refugiaba, llenaba... Y pudo cumplir su misión, relajado pudo retirarse a observar el fruto de tan hermosa creación. Era hora de descansar, de relajar los músculos, de volver a soñar. Mañana será otro día y todo volverá a comenzar. Ese es el eterno trabajo de volver a crear.