Los latinoamericanos en general tenemos el don de la buena gente, ese don que te hace sentir en casa, aunque estés a miles de kilómetros de distancia, sinceridad, amabilidad, siempre una palabra atenta ante la duda y la adversidad. Una mano tendida cuando la necesidad está.
Así es el latino cuando visitas su ciudad: buena gente, amable, incansable para hacerte sentir bien.
En esta América Latina que es nuestro hogar, la brecha entre pobres y ricos cada vez más grande está. El pobre y el rico viven en mundos diferentes, y a veces hasta en mundos paralelos, nunca llegando a contactarse o a tocarse.
El pobre mantiene en pie sus costumbres, su cultura y su inmensa riqueza espiritual.
El rico vive en un mundo de hadas, de choferes, de sirvientes, emulando yankeelandia para sentirse mejor.
No existen términos medios en esta tierra del Señor. Aquí la clase media ha desaparecido y nadie ha denunciado esta traición. Desde los años 70, con juntas militares de por medio hemos visto desaparecer toda una generación.
Todavía hay gente que vive con miedos en su vida, que vive con resignación, que duda, que teme, que calla, que no asoma la cabeza al sol.
Todavía nos escondemos de la inmensa humanidad, todavía nos escondemos por decir la verdad.
No podés crecer, no podés creer, no podés cantar, no podés hablar, sos extranjero en tu propio pais y sientes que ya no es tu lugar.
Sin futuro, sin proyectos, con prejuicios, resignados viven su vida asegurando que siempre será así, porque así corresponde, porque así está escrito, porque cree que no tiene otro derecho.
¿Eso buscan nuestros gobernantes? ¿Pueblos ignorantes, manejables, mediocres que les permitan hacer lo que quieren , con los que nadie se queja?.
No quiero gente que se aprovechan de una campaña política para traer gente a votar, para conseguir votos a costa de la necesidad de otros: por una heladera, por una frazada hasta por un trabajo. Más dignidad, por favor!
Ciegos, sordos y mudos por ignorancia, por omisión y no por razón.
Dura es la vida del hombre que vive aplastado, maniatado y asfixiado.
Dura es la vida del hombre que le cortan las alas para que no pueda volar.
Siempre me enseñaron que leer abre la mente, que los libros disparan sentimientos, te hacen pensar, reflexionar y que te hacen decidir ser algo más que lo está escrito.
Opinar, charlar, intercambiar sobre formas de crear posturas, formas de ver el mundo, formas de analizarlo.
El hombre, que siente la libertad en la piel, jamás olvidará el sentimiento que le traen las mordazas y las cadenas.
Aquel que conoció la libertad, siempre tendrá en el alma la marca indeleble de la dignidad humana.
El alma nunca muere, El alma en libertad es eterna.
Abrir mentes en América latina es nuestro deber, limpiar de rencores y de obsesiones, mantener viva una cultura. Soy docente, esa es mi labor.
Lectura, cine, arte, canciones, expresiones varias son elementos que culturizan y que mantienen vivo estar forma de ser latinoamericana.
Abrir la mente, mirar de frente.
Piensa que tu puedes llegar más alto aún de los que todos creen.
Preparate, confía en tí, llega alto, llega lejos, que todos somos el futuro latinoamericano. En mi viaje a México tuve la suerte de conocer a mucha gente de diferente condición social. Muchas de las personas con las que me topé son personas hermosas, cariñosas y sobre todo agradecidas por tu visita. Muchos me mostraron que otra cosa no podían hacer (según ellos), que su destino estaba marcado y que solo esperaban entrar en alguna casa de familia, trabajar y poder tener dinero para salir con los amigos los fines de semana. Ninguno de esos pensaba en estudiar, ninguno pensaba en mejorar o en avanzar, o en conseguir algo mejor. Claro, no son todos los jóvenes americanos los que piensan de esa forma. Pero que una persona piense así es suficiente para que su familia repita el modelo y sea parte de esta historia latinoamericana que muchos deseamos cambiar. Además ver eso ahí, me hizo acordar de muchos casos que tengo cerca mio, con alumnos y con vecinos de mi ciudad. Todos con el mismo pensamiento, todos con la misma limitación.
Debemos mantener nuestra cultura, respetar nuestras costumbres, pero nunca debemos olvidar que si nosotros no crecemos, muchos se sentirán con el derecho de ponernos el pie encima, de hacernos agachar la cabeza y no tendremos ni siquiera un sustento o un fundamento para defender lo que es nuestro.
El otro día leia un texto de Eduardo Galeano, que saqué de "El libro de los abrazos" y decía:
Así es el latino cuando visitas su ciudad: buena gente, amable, incansable para hacerte sentir bien.
En esta América Latina que es nuestro hogar, la brecha entre pobres y ricos cada vez más grande está. El pobre y el rico viven en mundos diferentes, y a veces hasta en mundos paralelos, nunca llegando a contactarse o a tocarse.
El pobre mantiene en pie sus costumbres, su cultura y su inmensa riqueza espiritual.
El rico vive en un mundo de hadas, de choferes, de sirvientes, emulando yankeelandia para sentirse mejor.
No existen términos medios en esta tierra del Señor. Aquí la clase media ha desaparecido y nadie ha denunciado esta traición. Desde los años 70, con juntas militares de por medio hemos visto desaparecer toda una generación.
Todavía hay gente que vive con miedos en su vida, que vive con resignación, que duda, que teme, que calla, que no asoma la cabeza al sol.
Todavía nos escondemos de la inmensa humanidad, todavía nos escondemos por decir la verdad.
No podés crecer, no podés creer, no podés cantar, no podés hablar, sos extranjero en tu propio pais y sientes que ya no es tu lugar.
Sin futuro, sin proyectos, con prejuicios, resignados viven su vida asegurando que siempre será así, porque así corresponde, porque así está escrito, porque cree que no tiene otro derecho.
¿Eso buscan nuestros gobernantes? ¿Pueblos ignorantes, manejables, mediocres que les permitan hacer lo que quieren , con los que nadie se queja?.
No quiero gente que se aprovechan de una campaña política para traer gente a votar, para conseguir votos a costa de la necesidad de otros: por una heladera, por una frazada hasta por un trabajo. Más dignidad, por favor!
Ciegos, sordos y mudos por ignorancia, por omisión y no por razón.
Dura es la vida del hombre que vive aplastado, maniatado y asfixiado.
Dura es la vida del hombre que le cortan las alas para que no pueda volar.
Siempre me enseñaron que leer abre la mente, que los libros disparan sentimientos, te hacen pensar, reflexionar y que te hacen decidir ser algo más que lo está escrito.
Opinar, charlar, intercambiar sobre formas de crear posturas, formas de ver el mundo, formas de analizarlo.
El hombre, que siente la libertad en la piel, jamás olvidará el sentimiento que le traen las mordazas y las cadenas.
Aquel que conoció la libertad, siempre tendrá en el alma la marca indeleble de la dignidad humana.
El alma nunca muere, El alma en libertad es eterna.
Abrir mentes en América latina es nuestro deber, limpiar de rencores y de obsesiones, mantener viva una cultura. Soy docente, esa es mi labor.
Lectura, cine, arte, canciones, expresiones varias son elementos que culturizan y que mantienen vivo estar forma de ser latinoamericana.
Abrir la mente, mirar de frente.
Piensa que tu puedes llegar más alto aún de los que todos creen.
Preparate, confía en tí, llega alto, llega lejos, que todos somos el futuro latinoamericano. En mi viaje a México tuve la suerte de conocer a mucha gente de diferente condición social. Muchas de las personas con las que me topé son personas hermosas, cariñosas y sobre todo agradecidas por tu visita. Muchos me mostraron que otra cosa no podían hacer (según ellos), que su destino estaba marcado y que solo esperaban entrar en alguna casa de familia, trabajar y poder tener dinero para salir con los amigos los fines de semana. Ninguno de esos pensaba en estudiar, ninguno pensaba en mejorar o en avanzar, o en conseguir algo mejor. Claro, no son todos los jóvenes americanos los que piensan de esa forma. Pero que una persona piense así es suficiente para que su familia repita el modelo y sea parte de esta historia latinoamericana que muchos deseamos cambiar. Además ver eso ahí, me hizo acordar de muchos casos que tengo cerca mio, con alumnos y con vecinos de mi ciudad. Todos con el mismo pensamiento, todos con la misma limitación.
Debemos mantener nuestra cultura, respetar nuestras costumbres, pero nunca debemos olvidar que si nosotros no crecemos, muchos se sentirán con el derecho de ponernos el pie encima, de hacernos agachar la cabeza y no tendremos ni siquiera un sustento o un fundamento para defender lo que es nuestro.
El otro día leia un texto de Eduardo Galeano, que saqué de "El libro de los abrazos" y decía:
"LA CULTURA DEL TERROR/7 El colonialismo visible te mutila sin disimulo: te prohíbe hacer, te prohíbe ser. El colonialismo invisible, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que no se puede decir, no se puede hacer."
Creo que es bastante claro.
He dejado mi opinión. Un aporte.
3 comentarios:
Me gusta tu reflexión, y tienes razón cuando hablas acerca del modelo a seguir. Eso es una realidad inevitable si no tomamos conciencia para recuperar nuestros verdaderos valores y nuestro derecho a superación, pero por sobre todo recuperar la confianza en nuestra capacidad de crecer como seres humanos, en todos los niveles... Te felicito por tu excelente apreciación acerca de la problemática de fondo en nuestros países... Gracias Clau. Besos
Muy interesante tu reflexión. La ignorancia, como la madre de tantos males en América Latina. Como leí alguna vez. “Si para muchos el ser del pueblo significa la mediocridad y el conformismo, entonces soy la señora en windstar mas encopetada.”
Muchos saludos Clau!!
Ya te conte en nuestro encuentro aca, como las personas en mi pais, viven con ese miedo a no hablar, a menospreciarse, o a hacerse menos. No digo que pase en todas, pero muchas personas viven una vida conformista, sin ver mas alla, sin buscar un progreso. No hablo de un progreso solo economico, sino personal y de familia, educativo, y hasta trascendental de vida. No se va a dar un crecimiento avanzado cuando toda una cultura se mina a si misma, se deja maltratar y pisar y no aprovecha las oportunidades...Cuando vives en una cultura en el que todo el tiempo estas siendo marginado por otros o por tu propia mano, es muy dificil levantarse y ver mas alla... de luchar con las desigualdades...
Publicar un comentario