Cargar una cruz es muchas veces una labor tan humana, que todos las tenemos y nos cuesta cargar.
Cargar una cruz, es ponerse a espaldas una situación no muy agradable, una situación que nos va pesando en el alma y no nos deja ser verdaderamente libres.
Cargar una cruz, es ponerse obstáculos a uno mismo, no darle libertad a la acción y limitarla con prejuicios.
Cargar una cruz es hacerse cargo del desprecio de los otros, de la indiferencia de algunos y de la crueldad de muchos.
Cargar una cruz, es a veces un acto voluntario, una imposición que le damos a nuestra vida, a modo de sacrificio, buscando liberación, que no siempre se consigue.
Cargar una cruz, es a veces un acto involuntario, porque nos las cuelgan los otros, con sus prejuicios, con sus pensamientos y con sus ideas acerca de nosotros, y nos pesan, nos duelen...
Cuando no hay fuerzas para levantarla, cuando no tenemos ganas de luchar, cuando es más fuerte el dolor que la razón, la cruz se vuelve una roca, que nos hunde, nos entierra...
Cuando encontramos la forma de compartir tanto dolor con otro, cuando encontramos a un amigo, que nos ayuda a descargar el sentimiento de nuestra carga, la cruz se vuelve liviana, fácil de transportar, muchas veces se hace imperceptible, aunque siempre está....
Mi cruz es mi dolor, mi frustración, mi desazón, mi pena, mi culpa, mi odio, mi envidia, mi histeria, mis prejuicios, mis miedos... todo lo que me inmoviliza y no me deja avanzar, todo lo que me pesa y no se como sacar....
Mi cruz... está y cada día lucho por hacerla más liviana. Cada día voy entendiendo, que mis cruces no desaparecerán, simplemente se aminorarán... cada día que pasa voy tomando conciencia de mis cruces, que son mias y que soy solamente yo, la persona que puede hacerse cargo de ellas.
Por más que comparta el peso.... tienen mi nombre y mi apellido.
3 comentarios:
Y si en vez de llamarla cruz, la llamas experiencia, se hará más liviana aún y verás que un día desaparece y se convierte en simples recuerdos... A veces viene bien un cambio de apreciación, de calificación de las cosas, eso hace que le quites poder sobre tí... Con cariño Raiza
Tu metáfora esta muy clara. Y hay que aprender a aligerar la cruz viendola mas como experiencias vividas, y no como cargas...como Raizen sugiere.
estoy por aquí leyéndote pero hablamos de lo que necesites en mi blog.
Un beso.
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