"Cierto es que se debe tener valor para buscar los demonios internos, la sabiduría para enfrentarlos y el amor necesario para darles muerte".
Las situaciones de soledad no siempre son buenas. Nos ponen cara a cara con nuestra vida y nos obligan a mirarla.
Encontrarse con uno mismo no es tarea tan fácil, no puedo usar máscaras... tengo que ser yo para no engañarme.
Hay zonas de mi alma que no están completamente exhibidas al público, zonas de mi alma que están cuidadas y otras muy escondidas, para que no lastimen, para que no hagan lío en esta vida que intento llevar lo más tranquila posible.
Algunos dicen que todos tenemos una parte oscura dentro nuestro. Una parte que no deseamos sacar pero que lamentablemente sale a relucir en los peores momentos. Esa zona de nuestro ser, que íntimamente está relacionada con nuestro comportamiento ante los demás, engendra sentimientos que no son del todo leales, ni conmigo ni con los otros.
Esa parte de mi alma que siente envidia cuando encuentra a alguien que es feliz y que no necesitó mucho para serlo. Esa parte de mi alma que le daría un golpe a más de uno, por necio y por testarudo. Esa parte de mi alma que se entristece cuando no gana. Esa parte de mi alma que intenta que determinadas personas sienta aun más culpa de la que pudieran tener en esta vida. Esa parte de mi ser que indudablemente me está aconsejando que no haga nada de lo que me piden, esa parte de mi alma que graciosamente juega con el sentimiento de los demás, sin importante demasiado, más que para saber que todo está bien.
Esa parte de mi ser que es demasiado cruel.
Esa parte de mi alma se comporta así por miedosa e insegura. Miedo a no ser querida, miedo a ser abandonada, miedo a ser lastimada, miedo a volver a querer a otra persona, miedo al engaño, miedo a estar sola conmigo misma, miedo a la frustración. Inseguridades que obligan a que tarde un poco más de la cuenta en algunas cosas que estoy haciendo, que me obliga a replantearme muchas veces en el día, qué es lo que tengo que hacer de aquí en más; que me dice que no voy a poder lograr nada de lo que me proponga, por lo tanto me obliga a andar con mucho recelo; que me dice que mantenga a la gente alejada de mi, para que nadie ose siquiera lastimarme.
Tanto miedo, tanta inseguridad que daña a los que quiero, quedo paralizada ante el dolor y la injusticia, tiemblo de pies a cabeza, intentando buscar la tranquilidad que ya no tengo. Muchos nervios, mucha bronca, mucho todo! Y pensar que siempre existió la persona que con solo entregar un poquito de su "nada" pudo hacer que mi alma recobrara su vida. Y pensar que esa parte de mi vida, es la que más inseguridades me brindó, pero la que más fuerte me hizo.
Hoy muchas personas están en mi vida y me brindan lo mucho o poco que tienen. Muchas de ellas hicieron que esta persona fuera aun más fuerte y que descubriera que dentro de ella hay un ser emocional, terriblemente melancólico, pero que puede expresar sus emociones sin restricciones y sin miedo a que los demás se enteren. Es en las pocas cosas, que ya no me importa qué es lo que piensan los demás.
A pesar de mi voluntad, del trabajo de mucha gente, soy un cúmulo de inseguridades, miedos, envidias, vanidades y zonas oscuras.
Mi vida aun necesita de saneamiento... de limpieza interior. Todos estos escritos son mis mejores intentos... me voy acercando, me voy preparando... ya llegaré a encontrarme y cuando lo haga tendré que hacerme de valor para sacar definitivamente todo lo que no me hace bien. Pensé que era más fácil, me está llevando parte de mi vida... no se si alcanzaré en esta vida, pero lo intentaré para sentir que no desperdicié la oportunidad.
Encontrarse con uno mismo no es tarea tan fácil, no puedo usar máscaras... tengo que ser yo para no engañarme.
Hay zonas de mi alma que no están completamente exhibidas al público, zonas de mi alma que están cuidadas y otras muy escondidas, para que no lastimen, para que no hagan lío en esta vida que intento llevar lo más tranquila posible.
Algunos dicen que todos tenemos una parte oscura dentro nuestro. Una parte que no deseamos sacar pero que lamentablemente sale a relucir en los peores momentos. Esa zona de nuestro ser, que íntimamente está relacionada con nuestro comportamiento ante los demás, engendra sentimientos que no son del todo leales, ni conmigo ni con los otros.
Esa parte de mi alma que siente envidia cuando encuentra a alguien que es feliz y que no necesitó mucho para serlo. Esa parte de mi alma que le daría un golpe a más de uno, por necio y por testarudo. Esa parte de mi alma que se entristece cuando no gana. Esa parte de mi alma que intenta que determinadas personas sienta aun más culpa de la que pudieran tener en esta vida. Esa parte de mi ser que indudablemente me está aconsejando que no haga nada de lo que me piden, esa parte de mi alma que graciosamente juega con el sentimiento de los demás, sin importante demasiado, más que para saber que todo está bien.
Esa parte de mi ser que es demasiado cruel.
Esa parte de mi alma se comporta así por miedosa e insegura. Miedo a no ser querida, miedo a ser abandonada, miedo a ser lastimada, miedo a volver a querer a otra persona, miedo al engaño, miedo a estar sola conmigo misma, miedo a la frustración. Inseguridades que obligan a que tarde un poco más de la cuenta en algunas cosas que estoy haciendo, que me obliga a replantearme muchas veces en el día, qué es lo que tengo que hacer de aquí en más; que me dice que no voy a poder lograr nada de lo que me proponga, por lo tanto me obliga a andar con mucho recelo; que me dice que mantenga a la gente alejada de mi, para que nadie ose siquiera lastimarme.
Tanto miedo, tanta inseguridad que daña a los que quiero, quedo paralizada ante el dolor y la injusticia, tiemblo de pies a cabeza, intentando buscar la tranquilidad que ya no tengo. Muchos nervios, mucha bronca, mucho todo! Y pensar que siempre existió la persona que con solo entregar un poquito de su "nada" pudo hacer que mi alma recobrara su vida. Y pensar que esa parte de mi vida, es la que más inseguridades me brindó, pero la que más fuerte me hizo.
Hoy muchas personas están en mi vida y me brindan lo mucho o poco que tienen. Muchas de ellas hicieron que esta persona fuera aun más fuerte y que descubriera que dentro de ella hay un ser emocional, terriblemente melancólico, pero que puede expresar sus emociones sin restricciones y sin miedo a que los demás se enteren. Es en las pocas cosas, que ya no me importa qué es lo que piensan los demás.
A pesar de mi voluntad, del trabajo de mucha gente, soy un cúmulo de inseguridades, miedos, envidias, vanidades y zonas oscuras.
Mi vida aun necesita de saneamiento... de limpieza interior. Todos estos escritos son mis mejores intentos... me voy acercando, me voy preparando... ya llegaré a encontrarme y cuando lo haga tendré que hacerme de valor para sacar definitivamente todo lo que no me hace bien. Pensé que era más fácil, me está llevando parte de mi vida... no se si alcanzaré en esta vida, pero lo intentaré para sentir que no desperdicié la oportunidad.
2 comentarios:
¿Qué puedo decir? Comprendo perfectamente de qué estás hablando.
Veo que hay otro protagonista de este camino un tanto tortuoso que es reconstruirse... se va de a poco, muchas veces no se ve el fruto, solo un atisbo de luminosidad y muy a lo lejos... pero tengo la certeza de que todo termina bien. Mientras tanto voy penando mi dolor... saneando mi alma... hasta que esté totalmente limpia de dolor....
Gracias Zegim
Gracias por pasar!
Clau
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