Nadie se hubiera imaginado que una historia bíblica como la de Adán y Eva tenía repercusiones muchísimos miles de años después y con un tema tan banal para ellos como la famosa manzana, causante, según la Biblia de las desgracias de los hombres. Si, la bien llamada manzana de la discordia.
¿Ser manzana de la discordia se elige o simplemente se da?
Muchas veces se da. Las circunstancias de la vida nos ponen en situaciones un poco complicadas, siendo protagonistas de hechos no muy queribles, pero que por el solo hecho de protagonizarlos, nos hace odiables a los ojos de los demás. Nuestra presencia molesta, es causante de palabreríos, de chusmerios, de riña entre personas que hasta ese entonces se encontraban unidas, elemento de presión, causante de separación. En medio de historias cotidianas no elegidas, y causante, en apariencia, de situaciones muy complicadas.
Ser manzana de la discordia muchas veces se busca, se ocasiona voluntariamente situaciones incómodas simplemente para molestar a los demás. Nos gusta el hecho de estar en el medio y sentir que nuestra sola presencia provoca urticaria en más de una persona. Nos gusta, no nos molesta y sobre todo, lo disfrutamos, lo aprovechamos.
Las manzanas de las discordias no siempre son bien vistas, porque su papel en la historia de la humanidad ha sido causante de muchos males del hombre, pero nadie duda que por discordias no se la quiere, pero si por lo deliciosas que suelen ser, difíciles de rechazar muchos las tienen consigo como tesoro espectacular. Increíblemente codiciadas, deseadas....
Así son las manzanas de las discordias... atrayentes pero muy peligrosas, muy venenosas, que hasta te pueden matar.
1 comentario:
hey hey creo que alguna vez me toco ser la manzana, jaja en mi experiencia fue horrible
y espero que no vuelva a suceder, enfin cosas de la vida
saluditos!!
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