Libre. Liviana como una pluma, con una sonrisa en los labios, con luz en la mirada.
Cada lágrima iba acompañada de un "gracias" y fueron interminables.
Solo fue necesario que alguien se dispusiera a escuchar y no a juzgar. Solo fue necesario animarse a dejar la carga para poder volar. Tomo en sus manos mi carga y la transformo en don. Resonaba en mis oídos: "no te estas equivocando"... Lo justo y necesario para seguir caminando.
Hoy di la cara, pude mirar frente a frente, y opte por la libertad que me propone amar.
Agradecer-me.
-
Con los sueños cumplidos es fácil quedarse con el corazón lleno de
"gracias" para compartir con los que fueron cobijando el deseo, acompañando
los pasos...
Hace 5 años.
2 comentarios:
me siento plenamente identificada con tus palabras, muy hermosas y verdaderas, un abrazo Claudia
Gracias por tu visita Cristina, siempre presente!
Un bEso
Claudia :)
Publicar un comentario