Puedo alejarme kilómetros y kilómetros de mi centro. Puedo respirar aires extraños y no reconocer los lugares que recorro. Puedo olvidar los detalles de la canción más hermosa, del mejor sueño cumplido, la suavidad de sus manos. Puedo creer que todo terminó, que no hay por hacer, que solamente queda sentarse a dormir y esperar transcurra sin más..
Pero siempre hay una luz que puedo seguir, personas impensadas que nunca dejaron de estar, sueños inconclusos latiendo por volver a sentir, una vida hambrienta de amor y de corazón. Siempre, siempre está el deseo de hacer que la vida no sea una mas y que trascienda más allá de la vanidad.
Mil veces caigo, mil veces me lavanto.
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