Llega el día en que uno necesita descarnarse por las personas que quiere. Sacar a pedazos, parte de la vida, aunque duela. Hoy fue necesario sacarme de la vida de muchos, para no hacerles daño. Cada pedazo, un recuerdo, un dolor, una lágrima...
No alcanzan las lágrimas para descargar tanto dolor, ni alcanzan las palabras para explicar tanta traición. Muchas veces, es necesario arrancar de cuajo todo lo querido y aunque se sienta la pérdida clavada en el corazón, es la señal que les diste todo y hasta más no poder.
Prefiero ser yo la que se descarne lentamente y dolorosamente, lo prefiero asi, para que nadie salga lastimado ni sea juzgado injustamente. Esto es algo que deja huellas, que no se olvida facilmente y que me seguirá el resto de mi vida. Lamentablemente, no hay olvido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario