La puerta del perdón

PUERTA VIEJA - DETALLE

Cargada por beagle34 el 8 de ene '07, 10:00 PST.

Se enmohecieron las bisagras de las puertas del perdón. Ya no se abren con facilidad.

Tanto tiempo ha pasado y nadie las ha usado, que se fueron envejeciendo, humedeciendo. Nadie pasa seguido por allí. Muchos cruzan enfrente para que no encontrarse con la posibilidad de usarlas, de cruzarlas. Y así fueron quedando, abandonadas por la sociedad.

Ahora cuesta mucho esfuerzo abrirlas y pesan un poco más, cada día un poco más.

Solo un poco se abren, solo una rendija permite ver su interior, unos centimetros abre, donde muchos no pueden ni pasar.

Si quieres disfrutar de sus beneficios debes empequeñecerte y hacerte humilde ante los demás.. Solo el "pequeño" y humilde podrá obtener el "don". Si no lo haces te quedas afuera de la oportunidad de dar y recibir perdón. Solo el "pequeño" podrá pasar en tan diminuto lugar.

Hoy las puertas del perdón siguen enmohecidas y casi sin uso. Pocos son los que se animan a "pedir perdón" y muchos menos los que desean "perdonar".

El amor propio, el orgullo, el individualismo no nos permite ver a los demás, no vemos si lastimamos, si abusamos. Sentimos que nada mal hemos hecho y por lo tanto nadie debe perdonarnos y a nadie le debemos perdón. El enojo puede más que el sentimiento y nos cegamos si nos piden perdón. Nuestro orgullo nos engrandece a nuestra propia vista y no nos permite entrar.

El perdón es una actitud recìproca, que enriquece al que lo pide y ennoblece al que lo da. Si no fuera así, nada ni nadie tendría valor.