Mariposas en mi cabeza

Pensar es mi deporte preferido. Soy perseverante en el etrenamiento y hasta en el cuidado de desarrollarlo de la mejor forma que se pueda. No existe ni un momento ni un lugar determinado, porque siempre es posible llevarlo a cabo.

El hecho de practicarlo con mucha frecuencia, hace que sucedan en mis días, largos períodos de ausencia. Esos momentos en que estoy y no estoy. En qué fisicamente me ves, pero que sensorialmente estoy a miles y miles de kilómetros de distancia, en una dimensión totalmente desconocida viviendo sueños que luego ni recuerdo. Con la mente ida, los ojos mirando el más allá que no se ve, totalmente en "otra".

Los peores momentos son cuando alguien me llama, o me pide algún favor (que son tan comunes en esta casa y en la escuela) y claro, yo ni los registro. Tanta es la insistencia, que me "despierto" sobresaltada!, casi asustada! y trato de recordar lo mejor posible lo que me han pedido. Pero claro, siempre las cosas salen al reves y no como deberían, porque hay detalles que mi cabeza no retuvo o pensó que pedían algo y era otra cosa totalmente diferente. Ahí surge el consabido reclamo, la tan conocida queja: Pero Claudia qué estás pensando?!?!?! Tenés mariposas en la cabeza???.

Me causa gracia la situación y me provoca risa. Supongo que al resto no. Pero pensaba en esta situación y en esa pregunta, algo retórica, porque nunca tuvo una respuesta y claro, me dijo a mi misma: si!!! tengo mariposas en la cabeza!!!! y aplaudo por eso!!!

Mis mariposas son mis sueños, mis proyectos... esos que alimento cada día. Esos a los que voy criando de a poco hasta que logren convertirse en hermosas mariposas que puedan alzar el vuelo. Claro, mis mariposas no tienen el mismo tiempo de crecimiento. Unas tardan más, otras menos, otras no pueden crecer y terminan muriendo en el camino, pero todas siempre están en crecimiento.

De crisálida a mariposa hay mucho por hacer y mucho por pensar, mucho por preparar para que cuando llegue el momento todo esté listo.

Si, mi cabeza está llena de sueños y proyectos. Alguna vez los abandoné y no sentía fuerzas para volver a retomar mi tarea de alimentarlos. Por suerte, regresé a tiempo, me hice cargo y todas ellas siguen más vivas que nunca. Mi cabeza tiene muchas mariposas que quieren alzarse en vuelo y si todo marcha bien, el vuelo será fructífero y la reproducción entre ellas más que importante.

Que mis sueños vuelen muy alto es lo mejor que podría ocurrir. Van en busca de Dios, para tomarlo de la mano y que se quede junto a mi. Mis proyectos se cumplen, claro que si. Tengo el poder para hacerlos realidad y voy alimentándolos para que así sea y uno de estos días alcen vuelo cumpliendo su cometido de darle significado a mi vida. Van creciendo, se van alimentado, se hacen fuertes... todavía son crisálidas... ya serán mariposas y de las más hermosas...

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