La Frase hecha de "viajar es un placer" es tan cierta, que hasta se hace una costumbre de vida, poder realizar viajes a dónde nos lleve el viento.
En todos mis viajes he tenido muchas cosas que vivir, pero la que más me ha marcado son mis "noches de hotel". La soledad, solo el ruido el televisor encendido, la gente que camina por la calle, las conversaciones escuchadas a media, algún grito, algún perro ladrando, es todo lo que mis sentidos pueden describir de una noche de hotel. Claro, sin contar con todo lo que ocurre dentro mío y que es lo que tiene mayor significación.
En la soledad de una habitación de hotel siempre me pongo a pensar. Y en ese pensar, surgen el reflexionar sobre la vida y sobre todo lo que hay alrededor. Ahí estoy sola. Soy yo, mi conciencia y nadie más. Empiezo a pensar sobre lo que quiero, hasta dónde quiero y puedo llegar, qué es lo que necesito y quién me podrá acompañar. De a poco, voy recorriendo mi vida, pensando en lo que vendrá. A veces todo es incierto y otras veces; todo está genial.
Las soledades de hotel me suelen perturbar: me muestran mi vida en colores que no quiero recordar, me muestran las imágenes que siempre quise olvidar.
Los hoteles tienen mucha historia escondida entre sus paredes, muchos recuerdos que se han grabado a fuego y que jamás se borrarán.
Voy por la vida llevando un sueño de hotel arraigado. Un sueño que a veces me pesa y otras no. Pero es bueno saber que los puedo contar. Son vivencias significativas, así se las puede llamar.
Este fin de semana viajé a Punta Arenas, tuve dos noches de hotel... dos noches de soledad de hotel. Pensé mucho, reflexioné otras tantas veces, pero está vez fue promisorio y me resultó sano y bueno. Igual los fantasmas siguen rondando....
En la noche..
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Las luces se esfuman y todo alrededor pierde forma, perfil, realidad. Todo
se desvanece. Nos gana la tristeza, la nostalgia por lo que teníamos y ya
no ...
Hace 6 meses.
6 comentarios:
Hola!! Pues, yo he viajado aunque, por pocos sitios y nunca fuera de mi país: España. Mi hermano mayor, que se ha casado este verano, se ha ido de luna de miel a Escocia. Cuando, volvieron me enseñaron un montón de fotos. Me encantó verlas, me encantó ver aquel paisaje tan verde, tan natural, tan hermoso y me dieron ganas de ir allí.Me gustaría algún día viajar fuera.¿Por qué no? al decir verdad, me encantaría. Aunque, bueno, quizás lo peor sería si tuviera que viajar en avión porque, no sé si viajar así, me daría un poquito de miedo, aunque, supongo que todo será probar y acostumbrarse.
La soledad no es buena, es monótoma, aburrida, hartante pero, a veces viene bien para pensar, para reflexionar sobre diversas cosas o sucesos de nuestra vida, para poner orden en nuestra cabeza o para relajarse después del ajetreo o una dura jornada.
Un besito.
Oye, no puedo entrar a tu blog de "Cartas del alma".
Gracias por darte a conocer para permitirme llegar mejor a este rinconcito.
Nos leemos.
Besos.
Hoy quiero visitar a todos aquellos que leo con tanto respeto y admiración. De los cuales aprendo cada día. Tenia la necesidad de estar presente y como mi reposo me impide estar mucho tiempo sentado por el dolor, hago este mensaje general.
Espero entiendan y los abrazo con todo el afecto de siempre.
De a poco las cosas parecen acomodarse y podré volver a recorrer los espacios tan hermosos, distintos y agradables de todos ustedes.
MentesSueltas
Me recuerdas mucho a lo que escribí en "Cuarto de hotel".tenemos sensaciones muy parecidas...
Un beso.
L.Fraga.
hola pues nunca me habia puesto a pensar en eso, ya que en mis viajes cuando llego al hotel llego recansada
saludos
Los cuartos de hotel, son testigos fieles. Son espectadores de emociones y sueños. La soledad va dentro de cada ser, es la compañera inseparable desde que nacemos... Eso que describes, yo diría que es una meditación... Estabas presente...
Linda reflexión Clau, un abrazo
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