1980- 1º Grado "A" - Departamento de Aplicación de la Escuela Normal y Comercial "Dr. Julio Ladvocat"
(A ver si adivinan dónde estoy jejeje???)
(A ver si adivinan dónde estoy jejeje???)
Creo que toda mi vida pensé en ser docente. De niña jugaba a ser la maestra de todos y me pasaba el día enseñando todo aquello que leía. Claro, mi docencia y la lectura van de la mano. Por eso a edades no muy comunes, tenía conocimientos que solamente aprendían los chicos más grandes y en cursos superiores al que yo asistía.
El hecho de ser docente por vocación, es algo que no es habitual ultimamente. Muchos eligen la profesión porque es sueldo seguro y no porque lleven en el alma la profesión.
Cada año, vamos tomando diferentes cursos. Cada año, tenemos nuevos alumnos a quienes enseñar. Muchos, como su profe, tienen el don de la lectura y siempre saben de antemano el tema que vamos a tratar; otros, ni leen ni miran televisión, por lo tanto la clase es su única oportunidad de mantenerse en contacto con el mundo que los rodea; a otros "ni les va ni les viene" conocer nuevos hechos o tener nuevas enseñanzas.
Muchos de nuestros alumnos han aprendido de nosotros, sobre democracia, sobre pluralismo, sobre aceptación de lo diferente, sobre buena convivencia, hasta de trabajo, sus regulaciones y sobre lo bueno que es luchar por lo que uno quiere, sobre todo cuando se hace con respeto. Tantas charlas entre alumnos, casi compañeros donde hablabamos de la vida y de lo injustas que son las personas cuando no respetan el espacio del otro. En algunos casos, esto pareciera que ha ocurrido hace mucho tiempo. Pero sin mentir, creo que hasta el año pasado tuve alumnos de ese estilo y a los que les tocó muchísimo o así decían, cada uno de los temas tratados.
Alumnos luchadores, que defienden sus ideas sobre todo, que a capa y espada defiendan a sus compañeros y que no permiten que nunca una injusticia ensombrezca su vida. Valores nobles, cierto?
Lo que uno siempre pretende es que todo lo enseñado sea aprendido al máximo. Obviamente, sabemos que no todos los alumnos reciben lo que se les enseña de igual manera, aunque lo significativo tiene que quedar.
Hoy tengo oportunidad de verlos en la vida, por suerte no tengo que esperar muchos años, ya que muchos ya son adultos y tienen a sus familias.
Lamentablemente se ve que a muchos no les he enseñado bien o que todo lo que habíamos acordado con los profes para enseñarles a estos chicos no les resultó para nada significativo. Muchos de los que yo conocí como alumnos, hoy trabajan para el gobierno y para las fuerzas de seguridad de la provincia. A muchos los observo, y veo que lo que nosotros entendíamos como valores para la vida, no se respetaron. Muchos de mis alumnos ya no luchan, se conformaron con tener un cargo en la administración pública, y aunque su sueldo tenga un mayor porcentaje de cifras en negro, no les importa. Han vendido su dignidad como personas, los usan, los maltratan al son de una campaña política. Claro, lo importante es cobrar la plata a fin de mes, el resto ni les importa, total no les da beneficio monetario. Muchos de mis alumnos viven muertos de miedo, pensando en que si levantan la voz pidiendo justicia o deciden pedir explicaciones acerca de su sueldo o ver la posibilidad de mejorarlos, están cometiendo una falta terriblemente grave, y ni ellos mismo se lo perdonan. Que decepción... tanto tiempo para enseñar lo que es un salario justo, que la huelga es un derecho y que negociar es la base de las relaciones humanas, para que vengan a aceptar lo primero que les ofrecen aunque sea todo en negro, total no importa demasiado para el futuro. Como han hipotecado sus decisiones, no pudiendo ver si quieren o no ir a una determinada movilización, como los "aprietan" para ir a ciertos actos partidarios, con la consigna de que si no van todos, se quedan sin trabajo. Eso es jugar con la gente. Lo malo es que aceptan que jueguen con ellos.
Tanto luchar para que respeten las ideas diferentes y tengo alumnos que trabajan para diarios oficialistas, que es probado que disfrazan la verdad y que solo muestran lo que el gobierno quiere y denigran a todos los que piensan diferente. Tanto luchar para que no sean violentos y hoy salen a reprimir a las calles, a aquellos que solo tuvieron la osadía de salir a manifestarse y a quejarse sobre lo prometido y no recibido. Hoy esos alumnos cargan armas, usan los medios y ocupan cargos con la sola satisfacción de pertenecer al poder. No quiero generalizar, no creo que sea justo... pero muchos, por no decir la mayoría atraviesa esta situación. ¿Qué es lo que hace que alguien decida denigrarse por unos pesos? ¿Qué es lo que hace que los que alguna vez dijiste eran tus profes queridos sean torturados por tus manos? ¿Qué puedo hacer hoy, para que mis alumnos de hoy, no tengan que pasar por lo mismo y sean más dignos a la hora de escoger que es lo que van a hacer?
Esta ciudad es chica, me los voy a seguir encontrando en las calles del centro, en los lugares de mayor concurrencia de gente. Algunos tienen la valentía de saludar, como si nada hubiera pasado; otros, tal vez conscientes de su papel en toda esta historia, agachan la cabeza, pero no piden perdón.
Igual hoy pensaba que no todos son del gobierno o de la policía o de entidades partidarias... muchos hoy se encuentran presos por matar, por robar.... qué estoy haciendo mal?, ¿Qué tiene esta sociedad que hace que jóvenes y adultos lleguen a este punto, de convertirse en delincuentes sin remordimiento ... que han hecho mal y sin preguntarse por qué....
Soy docente y soy decente, siempre digo eso.... doy ejemplo de todo lo que enseño, porque se que es la única forma en qué se aprenda bien. Creo que voy a tener que revisar mi práctica.... pero es una pena, no es solo un trabajo que me corresponda solo a mi, somos muchos. El problema es que nadie se hace cargo.
El hecho de ser docente por vocación, es algo que no es habitual ultimamente. Muchos eligen la profesión porque es sueldo seguro y no porque lleven en el alma la profesión.
Cada año, vamos tomando diferentes cursos. Cada año, tenemos nuevos alumnos a quienes enseñar. Muchos, como su profe, tienen el don de la lectura y siempre saben de antemano el tema que vamos a tratar; otros, ni leen ni miran televisión, por lo tanto la clase es su única oportunidad de mantenerse en contacto con el mundo que los rodea; a otros "ni les va ni les viene" conocer nuevos hechos o tener nuevas enseñanzas.
Muchos de nuestros alumnos han aprendido de nosotros, sobre democracia, sobre pluralismo, sobre aceptación de lo diferente, sobre buena convivencia, hasta de trabajo, sus regulaciones y sobre lo bueno que es luchar por lo que uno quiere, sobre todo cuando se hace con respeto. Tantas charlas entre alumnos, casi compañeros donde hablabamos de la vida y de lo injustas que son las personas cuando no respetan el espacio del otro. En algunos casos, esto pareciera que ha ocurrido hace mucho tiempo. Pero sin mentir, creo que hasta el año pasado tuve alumnos de ese estilo y a los que les tocó muchísimo o así decían, cada uno de los temas tratados.
Alumnos luchadores, que defienden sus ideas sobre todo, que a capa y espada defiendan a sus compañeros y que no permiten que nunca una injusticia ensombrezca su vida. Valores nobles, cierto?
Lo que uno siempre pretende es que todo lo enseñado sea aprendido al máximo. Obviamente, sabemos que no todos los alumnos reciben lo que se les enseña de igual manera, aunque lo significativo tiene que quedar.
Hoy tengo oportunidad de verlos en la vida, por suerte no tengo que esperar muchos años, ya que muchos ya son adultos y tienen a sus familias.
Lamentablemente se ve que a muchos no les he enseñado bien o que todo lo que habíamos acordado con los profes para enseñarles a estos chicos no les resultó para nada significativo. Muchos de los que yo conocí como alumnos, hoy trabajan para el gobierno y para las fuerzas de seguridad de la provincia. A muchos los observo, y veo que lo que nosotros entendíamos como valores para la vida, no se respetaron. Muchos de mis alumnos ya no luchan, se conformaron con tener un cargo en la administración pública, y aunque su sueldo tenga un mayor porcentaje de cifras en negro, no les importa. Han vendido su dignidad como personas, los usan, los maltratan al son de una campaña política. Claro, lo importante es cobrar la plata a fin de mes, el resto ni les importa, total no les da beneficio monetario. Muchos de mis alumnos viven muertos de miedo, pensando en que si levantan la voz pidiendo justicia o deciden pedir explicaciones acerca de su sueldo o ver la posibilidad de mejorarlos, están cometiendo una falta terriblemente grave, y ni ellos mismo se lo perdonan. Que decepción... tanto tiempo para enseñar lo que es un salario justo, que la huelga es un derecho y que negociar es la base de las relaciones humanas, para que vengan a aceptar lo primero que les ofrecen aunque sea todo en negro, total no importa demasiado para el futuro. Como han hipotecado sus decisiones, no pudiendo ver si quieren o no ir a una determinada movilización, como los "aprietan" para ir a ciertos actos partidarios, con la consigna de que si no van todos, se quedan sin trabajo. Eso es jugar con la gente. Lo malo es que aceptan que jueguen con ellos.
Tanto luchar para que respeten las ideas diferentes y tengo alumnos que trabajan para diarios oficialistas, que es probado que disfrazan la verdad y que solo muestran lo que el gobierno quiere y denigran a todos los que piensan diferente. Tanto luchar para que no sean violentos y hoy salen a reprimir a las calles, a aquellos que solo tuvieron la osadía de salir a manifestarse y a quejarse sobre lo prometido y no recibido. Hoy esos alumnos cargan armas, usan los medios y ocupan cargos con la sola satisfacción de pertenecer al poder. No quiero generalizar, no creo que sea justo... pero muchos, por no decir la mayoría atraviesa esta situación. ¿Qué es lo que hace que alguien decida denigrarse por unos pesos? ¿Qué es lo que hace que los que alguna vez dijiste eran tus profes queridos sean torturados por tus manos? ¿Qué puedo hacer hoy, para que mis alumnos de hoy, no tengan que pasar por lo mismo y sean más dignos a la hora de escoger que es lo que van a hacer?
Esta ciudad es chica, me los voy a seguir encontrando en las calles del centro, en los lugares de mayor concurrencia de gente. Algunos tienen la valentía de saludar, como si nada hubiera pasado; otros, tal vez conscientes de su papel en toda esta historia, agachan la cabeza, pero no piden perdón.
Igual hoy pensaba que no todos son del gobierno o de la policía o de entidades partidarias... muchos hoy se encuentran presos por matar, por robar.... qué estoy haciendo mal?, ¿Qué tiene esta sociedad que hace que jóvenes y adultos lleguen a este punto, de convertirse en delincuentes sin remordimiento ... que han hecho mal y sin preguntarse por qué....
Soy docente y soy decente, siempre digo eso.... doy ejemplo de todo lo que enseño, porque se que es la única forma en qué se aprenda bien. Creo que voy a tener que revisar mi práctica.... pero es una pena, no es solo un trabajo que me corresponda solo a mi, somos muchos. El problema es que nadie se hace cargo.
2 comentarios:
Yo te encontré...!
Esto de ser maestra por vocación, es muy difícil. No todos lo eligen a conciencia, y el compromiso que conlleva es muchísimo. En un curso que dí, me llamaban maestra es una sensación muy linda. Es tanta la responsabilidad. Y los profesores no siempre son quienes enseñan todos los valores que uno aprende, pero muchos si se toman la responsabilidad de guiar a sus alumnos por el "buen camino".
Lamentablemente los alumnos no siempre eligen bien y se culpa a los 'maestros'.
De todos modos, las satisfacciones que te da saber que un alumno haya aprendido lo que uno enseña es muchísima. Eso siempre te debe quedar grabado y no olvidarte de que por mas que hagas el esfuerzo, siempre habrá quienes tomen el camino equivocado. No que lo hagas mal, no es tuya la culpa.
Revisar tu ejemplo siempre te ayuda, pero es mas estar atenta de las necesidades de los alumnos es imprescindible. No todos aprenden por igual y lo mismo. Hacerse cargo depende de los dos: la maestra y el aprendiz.
Saludos!
Es dificil no sentirse responsable de lo que la obligación social impone a un docente. Aunque sepamos que esa no es tu obligación laboral ni vocacional.
Muchas veces por cumplir, por hacer sentir bien al otro, damos más de lo que debemos y muchas de esas veces nos sentimos defraudados con los resultados.
Por eso fue este post... por las tantas veces que creí algo con todo el corazón y me sentí defraudada ingenuamente por las circunstancias.
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