Salir de la oscuridad

Sentir que las personas que aprecias van saliendo de su oscuridad, de su pozo, te incentiva a seguir acompañándolas, a seguir motivándolas. Seguir con la mano tendida, aunque creas que ya no es necesario, es un toque de confianza que le brindás para que siga creyendo que "ese es su camino", que es un "buen comienzo". Que aquel que estaba mal se sienta bien, nos hace bien. Nos hace felices recuperar a aquellas personas que realmente apreciamos y que se encontraban perdidas en su mundo de problemas. Es la mejor oportunidad para conocer a estas personas que un día fueron y hoy se están recuperando. Que hayan salido, da la pauta de su sanidad espiritual, Que aun heridos, han caminado, han avanzado y se han sanado. Acompañar se hace necesario. Nunca abandonar. Una palabra, una sonrisa, un gesto, la compañía, un consejo... todo sirve en la recuperación. El amor nos hace vulnerables, pero siempre se sale, siempre nos brinda una segunda oportunidad.