El frío de la noche se acerca. La voz se acalla, después de haber sido pronunciada muchas veces, malgastada e inutilmente abusada. Todos duermen, nadie habla. La radio esboza un sonido perdido en la oscuridad, casi indescifrable, inentendible, pero lo suficientemente oíble como para decir que no se está solo. Es música que acompaña, pero no hay alma en esa melodía ni en esa ejecución. Las teclas bailan al compás del ambiente y esbozan palabras, profieren sentimientos, retratan el sentimiento de alguien que tiene Historia, tiene vida que contar, tiene mucho por decir.
Cada escrito ha esbozado una imagen de su vida, una deteriorada y esfumada imagen de lo que alguna vez quiso ser, intentó y no logró: alguien con sentimientos puros, humano, inocente, creyente de la palabra empeñada, dispuesto a entregar el alma por el amor, dispuesta a dejarse llevar por un sueño, sin protecciones, sin nada que amortiguace su posible caida en caso de que todo no saliera bien.
Amó con el alma, jugó todas sus cartas a ganar, a atrapar en sus sentimientos el más admirable de los amores, el más puro de los sentimientos, el más cálido de los tratos. Pero la distancia y la soledad le jugaron en contra. Le alejó de la vida a los seres que más quiso, le rompió la confianza en aquello que siempre creyó: la palabra dada, le mató la ingenuidad del que se enamora por primera vez; la vida le demostraba que las personas no eran inmortales, que no eran perfectas y que su imagen tarde o temprano terminaría difuminándose, malográndose en la oscuridad de una noche de frío y en el olvido de la muerte.
Sumido en el mismísimo infierno, sufriente tope a tope de su desgracia y carente de valor, para poder desplegar sus alas y marcharse de ese lugar, hizo lo posible por no contaminarse, para no ensuciarse y poder limpiamente jugarse por su vida; dejó caer sus lágrimas, como la cúspide de tanto amor. Descargó sus pasiones, sus tensiones, sus miedos y sus dolores. El llanto purificó su vida y le descargó el peso del dolor y le mostró una faceta desconocida, lo emotivo, lo sentimental, lo inusual en él.
Fueron meses de dolor, de recuerdos, de palabras negadas, de sentimientos contradictorios, de temores infundados, de presines extrañas, de sentimientos a flor de piel, de silencios buscados y de noches aletargadas. Fueron meses de purificación, donde se exorcisó un amor hiriente, se lo mató, se lo hizo desaparecer para que ni siquiera sus huellas pudieran provocar nuevamente dolor. Ya ni cenizas quedan , de tanta devoción.
Hoy dejó de estar anestesiado, que solo sirvió para no sufrir todas las veces. Hoy vuelve de nuevo a sentir que puede ser un millón de estrellas fugaces con sueños y deseos miles por cumplir. Hoy volvió a creer que cada día es una nueva oportunidad para vivir y que mucha gente, que jamás pensó encontrar, hoy le dan apoyo y lo quieren y lo cuidan y se preocupan por su bienestar.
Hoy se abren nuevos caminos, nuevas decisiones qué tomar, nuevos desafíos y hay que plantar bandera y conquistar nuevos territorios para avanzar. Se siente la tranquilidad del ambiente, la madurez de quién ha pasado muchas batallas y que una más, no le acobarda sino que le dispone para la lucha y para seguir caminando, seguir avanzando.
Hoy los caminos volvieron a mostrar su sendero luminoso, su guía perfecta en la oscuridad y la incertidumbre de lo desconocido. Hoy vuelve a ser proyecto a concretar, sueño a cumplir ideas a realizar y todo por vivir.
Hoy es realmente otra persona, diferente y más consciente....
En la noche..
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Las luces se esfuman y todo alrededor pierde forma, perfil, realidad. Todo
se desvanece. Nos gana la tristeza, la nostalgia por lo que teníamos y ya
no ...
Hace 6 meses.
1 comentario:
hola oyes wow que maravillas palabras
saludos
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