A cada instante de la vida, tenemos lluvias que limpian el ambiente. En cada momento, las gotas que caen provocan la frescura que la vida necesita para sentirse aliviada.
Y aunque el día esté oscuro y nublado, aunque el sol no brille por ausente, el agua me purifica. Cae sobre mi rostro y recorre mi cuerpo, reconoce superficies y va dejando su marca a medida que recorre el camino.
Lluvia de invierno, frío intenso. Húmeda sensación que enmohece, que aletarga y a veces entristece.
La nostalgia y la lluvia siempre van de la mano. La nostalgia surge del alma como la lluvia surge desde el cielo. Con fuerzas, implacable, sin pedir permiso, cuando menos la esperas.
Y es de noche, y el cielo explota. Mi alma espera, mi alma teme ser invadida, teme ser la elegida.
2 comentarios:
Clau: como ya te dije, me pinta un escenario melancólico, pero son palabras muy bellas..me gustó entero, pero el final me pareció alucinante!..te dejo una pág para q mires en you tube..."El aplastamiento de las gotas" de Cortázar, leído por él :http://www.youtube.com/watch?v=R52iNrFKUSw&mode=related&search=
besos!!!lau :D
Tu alma está a salvo, la sensibilidad es inespugnable para el conformismo.
Un saludo y espero que puedas visitarme.
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