Soy tranquila, siempre lo fui. Puedo mantener estoicamente mi paz aun en las peores situaciones. Inspiro, tomo fuerzas y todo sigue bien. cierro los ojos, miro al cielo y todo sigue bien.
Muy pocas veces las situaciones me desbordan. Salvo cuando recibo algún ataque o hay palabras que me hieren. En esos momentos puedo perder mi compostura y mi cara suele cambiar de una sonrisa eterna a una mueca de dolor. Porque las palabras mal dichas me lastiman, porque la mala intención en los actos, me entristece. Y no hay palabra que valga para que mi dolor se apacigue, no hay palabra coherente que pueda salir de mi boca, porque me paralizo y no puedo reaccionar. Como un disparo certero a mi corazón, matan mi reacción. Puedo venir con mis palabras a flor de labios, pautadas, marcadas de antemano, pero la fuerza de mi discurso se va muriendo a medida que se va diluyendo en el tiempo. Y solo queda un murmullo incoherente que se mezcla con mi llanto y mi voz se quiebra y mi razón se nubla y mi dolor se agranda.
¿Por qué me suelen pasar estas cosas cuándo más necesito de mi firmeza? ¿Por qué soy tan firme para algunas cosas y para otras me derrito con tanta facilidad que doy miedo?
Todavía no tengo respuestas. Quisiera ser tan hábil para hablar de la misma forma en la que escribo, pero no es asi. Quisiera tener la capacidad de tener las palabras justas que callen a los ignorantes, que hablan por hablar, pero hay un vendabal de palabras en mi corazón, pero con una pared que les impide salir. Y el silencio muchas veces, se transforma en mi peor enemigo, en mi enemigo no esperado.
Esta semana tengo que poner a prueba mi temple y mi paciencia. Espero hacerlo bien y que mis palabras sean las correctas y en la medida en la que se necesitan para la situación que tengo que sobrepasar en mi trabajo... es solo un deseo interior... es que tengo tanto dentro mio.
2 comentarios:
hola, pues veras que tendras esas palabras perfectas que quieres
saludos
Poder se puede (perdonar sin olvidar).Hasta me parece que se debe, ya q pienso que si olvidaríamos todo , nos expondríamos muy fácilmente al maltrato continuo, ya q el otro va a hacer a su antojo, total ya se da por perdonado de antemano.
Creo q si nos piden perdón,es bueno dar segundas oportunidades,(bueno, depende de la gravedad del hecho, habrá q ver) porq cualquiera puede equivocarse, y hasta terceras, pero no infinitas.Todo tiene un límite.
Por eso, no me parece mal perdonar recordando,si queremos mantener una relación, siempre y cuando ese recuerdo no nos joda demasiado y sea tomado como una equivocación del otro y como un :"tené cuidado", para una próxima vez.
Por otra parte si se trata de una persona q nos hirió sin ánimos de arrepentimiento, considero q perdonar nos va a liberar.Debemos hacerlo, sólo para q nos haga bien a nosotros.Eso sí, mantengámosnos bien lejos, q el otro viva su vida y q nosotros vivamos la nuestra lo mejor q podamos.
...recordar cada sueño que nos frustró, sólo nos impide dedicarle tiempo a nuevos sueños.....
Con respecto al otro post,te entiendo! creo q todo pasa por la forma de ser.Pero si algo nos cuesta habrá q esforzarse..., puede salir mal, es lógico, pero cuando uno se anima y se tiene confianza, se da cuenta de q todo era más fácil de lo q pensaba.
Besos, Clau, hablamos!
Un abrazo a la distancia...
pd:hoy no me enredé a la hora de comentar, jajja, bueh, no tanto...
Publicar un comentario