Lo cubre, lo protege, no lo abandona...
No deja que se lastime.
Su mano es suave, es contenedora, lo acaricia, lo protege.
Toma su mano, no lo deja, sostiene su vida, cuando niño guia sus pasos. Cuando sea grande, solo lo acompañará y pedirá simplemente: "Ahora sosténme a mi"
Es el futuro en esas manos, es aprendiz de las suyas.
Pide tiernamente que lo sostenga. Sus manos pequeñas, un poco torpes, pero sencillas, son manos de niño que buscan la contención cuando más temor tiene, cuando más perplejidad hay.
Son manos que aprenden de sus padres, manos que aprenden a acariciar, a tocar, a acompañar, a detener, a amar, inclusive y lamentablemente hasta golpear.
Que importante que es ser padre, que maravillosa es la vida... pero cuánta responsabilidad!
En la noche..
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Las luces se esfuman y todo alrededor pierde forma, perfil, realidad. Todo
se desvanece. Nos gana la tristeza, la nostalgia por lo que teníamos y ya
no ...
Hace 6 meses.
1 comentario:
Hola Clau!!!como siempre es un placer leerte...¡qué dulces son tus palabras y cuánta verdad hay en ellas!!Ser pader es maravilloso, no es una tarea sencilla,pero es muy gratificante...hay mucho por enseñarle a un niño, pero a la vez hay mucho por aprender de él:por ejemplo, la sencillez con q se toman la vida, su manera de divertirse y el amor y el asombro q ponen en todas las cosas...Un beso grande clau!!geniaaaa...lau, alma***
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