Un día regresé y nuevamente
me converti en palabra.
Palabras que nacen del viento y mi tempestad, que descansan en mi necesidad y que nunca morirán.
Mis necesidades flirtean con la crieldad: juegan con mi debilidad, se alimentan de mi angustia y descansan en su fortaleza.
Somos dos compañeras inseparables, no vivimos una sin la otra.
La necesidad que es deseo busca satisfacción y es placer en lo deseado, en el sueño cumplido.
En la noche..
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Las luces se esfuman y todo alrededor pierde forma, perfil, realidad. Todo
se desvanece. Nos gana la tristeza, la nostalgia por lo que teníamos y ya
no ...
Hace 1 semana.
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