Pensar es bueno y hasta saludable. Pero tiene que tener un límite. Muchas veces, de tanto pensar, tiendo a exagerar los problemas y las situaciones. Tanto "maquinar" no ayuda a desenmarañar un nudo sino a hacerlo más dificil de deshacer. Pensar, pensar y encontrar mil vueltas a un tema no siempre es la mejor opción, muchas veces es un problemón. Siempre que tengo un problema, tiendo a pensarlo mucho, a analizarlo, a buscarle muchas soluciones. Tanto lo pienso que más me preocupo. Tanto pienso, que me termino por dar cuenta que mucha de la carga que le pongo al problema es parte de mi "sugestión" y no parte de la realidad. Por eso, mejor dejar descansar el problema y cuando esté todo tranquilo, volver a empezar.
1 comentario:
Que razón tienes con esto Claudia, muchas veces caigo en eso..y para que poco sirve la verdad.
Conchi.
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