Sigo reconociéndome imperfecta. Soy más afecta a la acción que a la palabra. Mas cómoda en el anonimato que siendo protagonista. Mas cómoda hablando de tu a tu, cara a cara con vos que hablando públicamente a todos. Demasiado tranquila para movilizar con los gestos y demasiado tímida para mostrarme demasiado. Se que todo podría ser mejor, que mis deseos de superación no se acabaran jamás. Paso desapercibida y para saber que es lo que hago deben observarme muy de cerca. Siempre estoy en movimiento, siempre con mucho para hacer... Pero sin ganas de promoción.
Hoy pensaba en lo mucho que puedo entregar y lo mucho que no me conocen, lo mucho que me cuesta mostrarme, exponerme. Me siento indefensa y tengo miedo al ataque de otros, por eso voy a lo seguro, al terreno en el que mejor me muevo: en la intimidad del encuentro, en el refugio del silencio.
Hace 6 meses.
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