Muchas veces me sentí como un recipiente repleto de situaciones: estaba mi familia con sus dramas y mis dramas con ellos, esta mi trabajo y sus situaciones cotidianas, están mis actividades personales, que suelen ser demasiadas para cualquier personal normal (eso dicen algunos, y yo me lo creí). Todo eso repletaba mi vaso existencial y muchas veces se volcaba, rebalsaba corriendo el riesgo de romperse por la presión que mi cotidianidad ejercía sobre él.
Muchas veces los problemas me superaron, los tiempos personales que necesité escaseaban pero por más que los tuviera, no había espacios para ubicarlos en mi vida, ¿mi vida? o ¿la vida que di a los demás? Todo lo que contenía mi vaso existencial no era mío, era de otras personas, los esfuerzos eran para otros, muy poco para mi. Siempre viví solucionándole la vida al mundo, siempre viví pendiente de los demás.
Era como tener un vaso repleto de cosas que no me llenaban, que no me alimentaban interiormente, porque no me pertenecían.
Jamás supe poner la dosis justa de vida a mis actos, jamás supe poner límites al avance de los demás. Supuse que por que mi vaso existencial estaba lleno, estaba todo bien, era todo como correspondía.
Pero con el tiempo tienes esa sensación de vacío que te duele en el cuerpo. Desde mi estómago hasta mi pecho me decían que algo no andaba bien y que por que mi vida estuviera plagada de todo... algo me estaban reclamando. Mi vaso existencial estaba lleno de todos... pero no tenía nada de mi ni para mi. Ni mis tiempos, ni mis gustos, ni mis momentos de silencio, ni mis ganas de no hacer nada, ni mis proyectos... todo eso no formaba parte de ese gran contenedor.
En la vida, no se puede agregar a la fuerza aquello que con tiempo no se fue haciendo... entonces hay que ir deshaciéndose de lo que consideramos vano de a poco... con mucho esfuerzo y con mucha voluntad. A veces me resisto, porque lo conocido siempre me da seguridad, pero íntimamente se que si no lo hago mi vacío irá creciendo y llegará a un punto en que no podré recuperar nada de lo que no hice en su momento. Entre "tira y afloje" voy tratando de vaciar mi vida de elementos extraños, para llenarla de mi misma. Es un trabajo lentísimo, a veces doloroso, porque no estoy preparada para "perder" todo lo que viene conmigo... pero debo renunciar voluntariamente a muchas cosas para volver a llenar mi vida de mi misma y de todos mis sueños. No es que deje a los demás de lado, solo que debo priorizar lo que me hace bien a mi, a crecer en mi interioridad.
Todavía no logré nada palpable, pero el hecho de saber que voy "en camino" me tranquiliza, porque siento movimiento en mi.
Debo actuar con cuidado, con delicadeza para no romper mi "vaso existencial" y que después ni de mi pueda ocuparme.
Me gustó esta imagen del vaso, como mi vida. Trato de ser asi, transparente y contenedora, más de mi vida que la de los demás (trato, dije; porque estoy en plena batalla). Es un largo aprendizaje; hay mucho por desechar y mucho por ubicar dentro mio: Voy haciendo espacio, para llenarme de aquello que realmente es significativo para mi vida.
Un trozo de mi, siempre será de Ustedes pero mis sueños jamás deberán dejarse de lado, mi vida siempre tendrá que priorizarse y estar por encima de casi todo. No es egoísmo, es amor propio del que yo creo bueno y necesario.
5 comentarios:
bello es tu blog,gracias por tus palabras
Besos
El vaso de la foto está completamente vacío...
hola, todos tenemos ese vaso y a veces esta lleno cuando tenemos todos nuestros sentidos y tenemos nuestro espiritu con mucha luz y queremos tener muchos sueños
y el medio lleno es porque nosostros tenemos malos pensamientos, es cuando tenemos malos sentimientos
Hola
Mucha: Muchas gracias por estar siempre acompañando con tus palabras. Yo te sigo los pasos... por donde camines... Saludos
Anónimo: El vacio está vacío porque ese es el ideal para volver a empezar. Lograr vaciarse completamente para llenarse de lo verdadero, real y significativo. Claro, es una tarea casi imposible, titànica... pero al menos que quede medio vacío para poder volver a ser uno mismo. Gracias por tu visita.
Beli: El símbolo del vaso es muy rico... también puede mostrar la visión que tenemos de la vida: medio vacío o medio lleno... te acordás de esa teoría?
Besos a todos!
Claudia
Muy Bueno Claudia! Es verdad, no es un pensamiento egoísta valorar un poquito los sueños e ideales de uno mismo…Creo que el vaso puede mantener una justa medida si sabemos equilibrar entre nuestros deseos y los de los demás. No es egocentrismo sino egovaloración…jeje y es muy importante hoy día, porque si no nos escuchamos un poquito corremos el riesgo de que nos pateen el vaso y derramen nuestros sueños…Besotes!
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