Nadie ha perdido si en la lucha ha aprendido

Creo que ninguna batalla debe considerarse perdida si nos han enseñado algo, si nos han marcado de alguna manera, si nos ha dejado herramientas para seguir viviendo. Perdida es la batalla que no nos ha dejado nada, ni siquiera la satisfacción de haberla luchado. Todas las batallas son ganadas, si nos dedicamos a pelearlas y a sacar de ella lo mejor que se puede. Las batallas no pueden medirse por los resultados, si el resultado fue bueno o malo es simplemente una circunstancia. Lo importante es saber cómo hemos peleado, qué camino hemos recorrido, quiénes nos han acompañado en ese andar.

Paulo Coelho en el libro La Quinta Montaña dice que: "En la vida, todas las batallas sirven para enseñarnos algo, incluso aquellas que perdemos". Leer a Coelho se ha transformado en una sana costumbre, que aunque carezca de valor literario para algunas personas, deja en mi algo que yo busco dejar cuando escribo: una marca, una señal que sirva para quien las lea. Esta frase fue de las que más me llamó la atención, sobre todo porque el término batalla me hace acordar a la lucha diaria que vivimos intensamente cada día. Esto es algo que vengo rumiando hace meses y que estoy tratando de cumplir lo mejor posible. Solo tengo algo para decir en contra a lo afirmado por este autor, solo habrá derrota si la persona involucrada no aprende, no se involucra, no lucha a conciencia. Yo diría que todas las batallas sirven para enseñarnos algo, y cuando aprendemos algo, aunque sea muy pequeñito hemos ganado, sin dudarlo.

Este fue un año de batallas pequeñas y muy grandes... de batallas que dio gustó pelearlas y otras que las luchamos sin tener más remedio... pero fue un año total de aprendizaje y de convencimiento interno de que a pesar de todo se puede.