No te permitas recordar intensamente,
si el recuerdo obstaculiza tu camino.
No te permitas llorar desconsoladamente,
si esa persona ya no puede formar parte de tu vida.
No te permitas escuchar esas palabras,
si resonarán en tu cabeza, no dejándote pensar.
No te permitas volver a contar esos hechos que entristecieron tu alma,
porque las palabras serán como dagas que se clavan en tu corazón.
No te permite soñar esos sueños incumplidos,
para no gastar tu buena energía en misiones imposibles.
No te permitas prestar atención a esas presencias dañinas,
porque esos fantasmas jamás dejarán tu vida.
No te permitas dejarte morir en el recuerdo,
porque en tu vida tienes mucho por hacer
y poco por arrepentirte.
No te permitas engancharte en los malos juegos que otro propone,
porque solo lograrán lastimarte, sobretodo si te sientes débil.
No te permitas pensar en "negativo" ,
una actitud positiva, eleva el alma y da fuerzas para seguir creciendo.
No te permitas morir en tus recuerdos,
si lo único que deseas es disfrutar de la vida.
La libertad es buena, el amar sin límites también, el recordar, el soñar pero cuando te sientes herida debes cuidar esos pequeños detalles hasta sanar definitivamente.